La FCC incorporará a su mural de compañeros desaparecidos a 5 estudiantes recientemente identificados.

A partir de un trabajo pormenorizado de estudiantes, docentes y graduados, la cifra de estudiantes desaparecidos de la Facultad totaliza 55 personas. A ellos recordamos y por ellos nuestra lucha por la memoria, la verdad y la justicia continuará siempre.

La Facultad de Comunicación invita a toda la comunidad a participar del Homenaje a compañeros detenidos desaparecidos de la FCC a realizarse el jueves 23 a las 17:15 frente al Auditorio. Durante el acto se incorporarán nuevas imágenes de compañeros al mural existente.


Entrevista con Julio Cesar Ataide

“La memoria no es algo secundario, es algo central”

El profesor Julio Cesar Ataide, promotor del mural de imágenes de los estudiantes detenidos desaparecidos de la Escuela de Ciencias de la información, nos cuenta cómo surgió la iniciativa que llevó a identificar a 55 de sus ex compañeros y afirma «Existe la posibilidad de que el número aumente».

Julio Cesar Ataide es docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, y fue quien impulsó, desde su banca en el Consejo Académico Consultivo, la realización de un mural con la imagen de los compañeros de nuestra institución que fueron detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.

Al respecto, el profesor de la materia Producción Televisiva contó cómo fue el proceso de investigación que llevó a identificar a 55 estudiantes de nuestra casa que fueron desaparecidos por la dictadura del `76.

“Hice un proyecto y lo presenté en el Consejo con la idea de visibilizar a los compañeros desaparecidos de Ciencias de la información, porque me parecía que era una suerte de invisibilización que los nombres estuvieran en una placa y no integrados a partir de sus imágenes a la institución”. ¿Cómo hacerlos visibles? “En mi caso, me he dedicado al tema de la imagen y creo que ayuda mucho el hecho de que todos estos nombres pasen a ser caras reconocibles, inclusivas conocidas y amigables.”

Julio comentó que el proyecto original consistía en conseguir las fotos de los 29 compañeros cuyos nombres figuraban en la placa original colocada en el Hall principal de la Facultad. Esa búsqueda de las 29 fotos no solo era un trabajo enorme, sino que además dio lugar a que aparecieran otros nombres de estudiantes desaparecidos. Así fue como se armó un equipo junto a la profesora Letizia Raggiotti, Amelia Orquera y la secretaría de derechos humanos del Centro de Estudiantes, y empezaron a trabajar una investigación más metodológica, con fuentes más fidedignas, bases de datos, cruzamiento de datos con organismos de derechos humanos, y encontrando algunos archivos en la Facultad.

A partir de esa investigación empezaron a encontrar en algunos espacios de la institución, que había algunos listados de estudiantes de los años 72, 73 y hasta 74, los que empezaron trabajar y cruzaron con publicaciones de otras organizaciones de derechos humanos, donde fueron apareciendo otros 21 nombres de compañeros desaparecidos, llegando a 50 nombres.

“Este trabajo de investigación quedó muy abierto, para seguir siendo profundizado. Hasta el 74 está revisado, nos estaría faltando los datos de los inscriptos en el 75 y el 76, puede ser que en una lectura más profunda se puedan encontrar otros nombres”, sostuvo Ataide. “Los nombres que tenemos  son de ese período hasta el cual pudimos llegar,  porque esto era una acción voluntaria, no hay nadie dedicado exclusivamente a esto; aunque yo creo que sí debería una dedicación institucional porque el número de desaparecidos es demasiado grave como para no seguir haciendo este trabajo”.

En contacto con el equipo de Silvia Romano, de Filosofía y Letras, quien está llevando adelante una investigación muy profunda sobre todos los desaparecidos de Córdoba; encontraron otros nombres. “Su trabajo es bastante serio desde mi punto de vista y hay otros compañeros que figuran como que son estudiantes de ciencias de la información”. A partir de los datos aportados por el equipo de Romano, se identificaron otros 5 estudiantes desaparecidos que habían sido estudiantes de Ciencias de la Información.

“Existe la posibilidad de que el número aumente”, afirmó el profesor, quien resaltó que lo importante es el esfuerzo institucional que se hace para seguir con la memoria, que es un trabajo fundamental. “Hay muchos compañeros que tenían mucha actividad gremial, se oponían a un momento y a una forma de distribución de la riqueza totalmente diferente, eran tiempos en que se empezaba a gestar la patria financiera y la entrega de los recursos nacionales, etc. En la medida en que ellos empezaron a oponerse a eso, empezaron a ser problemáticos”, y agregó “esto perfectamente puede ser trasladable a lo que es hoy la política económica”. El docente fue contundente: “La puja por los intereses y la distribución de la riqueza económica es permanente, entonces la memoria no es una cuestión secundaria, la memoria es central”.

Julio fue estudiante de la Escuela de Ciencias de la Información desde 1973, por lo que compartió clases y amistades con muchos de los estudiantes desaparecidos. Consultado sobre cómo le impactó la experiencia de encontrar las fotos y los expedientes de sus ex compañeros, respondió: “Me hizo mucho daño, me lastimó bastante”. Además, recordó que a dos de los compañeros desaparecidos, Isabel Burgos y Juan Carlos Luna, él los presentó, y tiempo después se casaron. “Cuando yo tuve que leer la historia de cómo desaparecieron, toda la tortura a la que fue sometida Isabel, realmente me causó un enorme odio e indignación.”

Respecto la lucha de los desaparecidos frente a los sectores oligárquicos, el profesor opinó: “Cuando se habla de ideales hay que tener cuidado, porque esos ideales o esas supuestas utopías no son tan lejanas. Creo que hay muchos dirigentes poniendo el pecho y no están hablando de cosas imposibles, están hablando de democracia y distribución” y agregó, “siempre la lucha ha estado en la distribución de la riqueza”.